Sentados: de izda a derecha: primero no identificado, Segundo
Armando Peña Quesada, Adolfo Oscar Miranda, cuarto no identificado,
quinto Julio Ignacio Díaz Sol, sexto Hugo Lindo, los demás
no identificados.
Segunda línea: primero no identificado, segundo Armando
Arias, tercero Felipe Francisco Umaña, cuarto José Rene
Quintanilla, quinto no identificado, sexto Manuel Arrieta Gallegos, séptimo
Luis Alonso Urrutia, octavo Rafael Eguizábal Tobías; los
demás no identificados.
Tercera línea: primero no identificado, segundo Miguel
Angel Brizuela, tercero no identificado, cuarto Efrain Jovel; quinto Rafael
Ignacio Funes, sexto y séptimo no identificados, octavo Armando
Calderon Nuila, noveno Mauricio Guzmán, décimo no identificado.
En enero de 2020 se publica, digitalmente, una exaltación de la figura de Dn. Francisco Gavidia, por Hugo Lindo, cuyo texto había sido publicado con mucha anterioridad por la dirección de publicaciones. Actualmente, lo podemos encontrar en grafomaniaticos, en el siguiente enlace: AQUI
Para la segunda edición, de Editorial Universitaria de San Salvador, el año 1959, llevaba una temporada ya viviendo en Santiago de Chile, y dedicado a menesteres diferentes, por lo que no quiso hacer una revisión, indicando que "accedo a la reedición, sólo porque se me insiste amablemente en que este trabajo suele ser útil a los estudiantes."
En el año 1951 se firmó la CARTA DE SAN SALVADOR, constituyendose
de esta manera formalmente la ODECA (Organización de Estados Centroamericanos
),entre varios gobiernos de la zona , con ideas unionistas y colaboradoras,
para tener así suficiente fuerza internacional, ratificada posteriormente
por una serie de tratados bilaterales.
Como primer paso se pretendía formar un gran mercado común,
y de hecho hubo libre circulación de bienes durante unos años,
generando importantes beneficios económicos, especialmente para
aquellos países que contaban con una industria más desarrollada.
Pero había una serie de problemas de base: mala negociación
por parte de algunos gobiernos, la existencia de fronteras para el paso
y establecimiento humanos, diferencias en la educación... y, sobre
todo, miedo, "miedo a la ruptura de estructuras burocráticas
ya caducas, que caerán por sí solas si no tenemos el valor
de demolerlas jurídicamente."
"No más estudios sobre aduanas, papeles, boletos, permisos,
fotografías de frente y de perfil... Se han hecho muchos, y han
costado caros."
"Lo que urge es dar al hombre, al sujeto supremo del Derecho, lo
que ya se otorgó a las mercaderías: la facultad de recorrer
Centroamérica y quedarse en donde sea más conveniente."
Analiza con buen criterio la situación centroamericana, y aporta
crítica constructiva para mejorar la situación.
Lamentablemente, el proceso de integración centroamericano se
vio truncado por la fratricida guerra entre Honduras y El Salvador, el
año que el hombre llegó a la luna. El autor deja constancia
de que este libro fue escrito antes de los penosos acontecimientos históricos
que resquebrajaron tan hondamente la sensibilidad centroamericanista de
El Salvador.
Publicado el año 1971, por la Dirección de Cultura del Ministerio
de Educación. Consta de 2 tomos.